Como conseguir trabajo
Primer paso: Despejando el camino al éxito
La importancia de las creencias
Trabajo enviado por:
Otilia Mentruyt
www.otiliamentruyt.com
Mentruyt@hotmail.com
Índice
1. Qué pienso de mí
2. Despejando el camino al éxito
3. Cómo se forman las creencias
4. Qué es una creencia
5. Cómo detectarlas
6. Creencias determinadas por la cultura
7. Creencias determinadas por las figuras parentales
8. Como cambiar
9. Nuevas Creencias
1. Qué pienso de mí
El primer paso para encontrar el trabajo que queremos es saber concientemente
qué es lo que creemos merecer. Nuestras creencias sobre lo que
podemos o no podemos, sobre para qué servimos suelen delimitar
y limitar nuestras posibilidades.
2. Despejando el camino al éxito
Lo que yo creo sobre mi se va a reflejar, inexorablemente, no sólo
en mi desempeño, sino en mis logros. Por eso, debo tomar conciencia
de todas las creencias que he ido incorporando en mi niñez y
que determinan la imagen que tengo de mí mismo.
Este es el primer paso para encontrar no sólo un trabajo, sino
el trabajo donde esté contento y me sirva para desarrollar todo
mi potencial.
Las creencias pueden ser un motor o un ancla en nuestra vida
Su función es ayudarnos a estructurar la información y
prepararnos para enfrentar los eventos de nuestra vida con la mayor
efectividad posible.
Sin embargo, muchas veces, actúan como filtros dándonos
una lectura distorsionada de la realidad que nos limita severamente.
3. Cómo se forman las creencias
Las creencias se forman con generalizaciones de nuestra experiencia.
La mayoría está anclada en nuestra niñez.
Hay tres conceptos que es importante destacar sobre las creencias:
1. Normalmente nosotros no decidimos concientemente qué creer.
Se forman de una manera inconsciente.
2.Frecuentemente las creencias están basadas en malinterpretar
las experiencias pasadas.
3.Una vez adoptada una creencia olvidamos que es solamente una interpretación
de la realidad y las tomamos como la realidad misma.
No son los eventos de nuestra vida los que nos forman, sino el significado
que les damos
Esto se comprende con claridad si pensamos en los niños que comienzan
a formar sus creencias en base a trozos de información que escuchan,
ven y sienten. El niño que escucha detrás de la puerta
una conversación de los padres donde el Papá dice, por
ejemplo : "Este chico no hace nada bien", puede tomar este
comentario en forma dramática, como un juicio incuestionable
de su valor, cuando desde la óptica paterna sólo fue en
comentario motivado por el cansancio y los problemas, pero no un cabal
reflejo de sus sentimientos y pensamientos.
Así, vamos por la vida con un bagaje de creencias que nos hacen
interpretar cada cosa que nos pasa de un modo particular.
Las creencias se basan en generalizaciones de nuestra experiencia
Para algunos buscar trabajo es "un desafío" para otros
"una tragedia".
Para algunos "es imposible encontrar trabajo en este país"
, para otros "trabajo hay, sólo es necesario tener contactos",
y habrá quien piense que "trabajo es lo que sobra, lo que
falta es gente capaz". Y nada de esto es verdad ni mentira, la
realidad es una mezcla de todo esto.
4. Qué es una creencia
Una creencia no es un pensamiento
Una creencia es un sentimiento de certeza respecto a algo
Toda creencia comienza como una idea, y va tomando referencias de la
realidad que la sustentan.
Cuando estas referencias se organizan alrededor de una idea se transforman
en creencias.
Y pasan a formar parte de nuestro bagaje personal.
Para nuestro análisis poco importa si estas creencias son ciertas
o no. Perderíamos un tiempo precioso tratando de validarlas.
Lo único que nos interesa es si nos apoyan y nos ayudan a crecer
o si nos limitan.
¿Cómo es esto? Un ejemplo puede ayudar. Cuando era chica,
formé una creencia que no es cierta (soy muy "realista"
al respecto) y que sin embargo me ayudó muchísimo en la
vida, por eso, sigo manteniéndola: la creencia de que "YO
PUEDO". ¿Qué? Todo. Obviamente no es verdad, pero
me ha empujado a hacer cosas que parecían imposibles... y conseguirlas.
Hay un concepto muy importante que es necesario comprender y destacar:
Nuestra mente no diferencia las experiencias vividas de las imaginadas
Esto quiere decir que nuestro cerebro ( y por lo tanto nuestro sistema
nervioso y a través de él todo nuestro organismo) toma
como reales las referencias de todas las experiencias por igual, tanto
las reales como las imaginadas.
Pensemos cuánto bien y cuánto mal podemos hacernos con
esto.
Hay gente que desarrolla creencias limitantes referidas a su capacidad.
Como no tuvieron éxito en el pasado, SABEN que no van a tener
éxito en el futuro. Y dicen: "seamos realistas, yo nunca
voy a poder....". ¿No les resulta conocido?
Para contrarrestar esto hay una frase que recomiendo anotarse y leer
cada vez que sentimos que si antes nos fue mal, las cosas no van a cambiar:
El futuro no es igual al presente
Si desarrollamos la certeza que esta creencia da, no habrá nada
que nos parezca imposible... aún lo imposible.
Tipos de creencias
Hay dos tipos de creencias:
De causa efecto: Si .... entonces....... Estas son del tipo : si me
postulo para un trabajo no me van a llamar; si me entrevistan no me
van a elegir; si no tengo un contacto no tengo posibilidades: etc.
Globales: Generalizaciones. Por ejemplo: Todas las empresas andan mal:
todos los gerentes prefieren poner amigos; siempre prefieren hombres;
etc.
Una vez desarrollada la creencia, cerramos el "input" y no
aceptamos nueva información que nos obligue a "rever"
estas creencias.
Cuando desarrollamos una creencia nuestra mente entra en "piloto
automático" filtrando todos los estímulos del ambiente
que no la apoyen y buscando sólo las referencias que validan
la creencia
Así, cuando decimos que estamos siendo "realistas"
, lo que hemos hecho es volvernos sordos y ciegos a la realidad.
5. Cómo detectarlas
Detectar las creencias que nos están frenando en nuestra búsqueda
de trabajo ( y por supuesto en la vida) no es una tarea sencilla porque,
como ya dijimos, se forman de manera inconsciente.
Para tomar conciencia de ellas, haremos varios ejercicios que implican
algo así como la búsqueda de los paleontólogos
que van en busca de restos fósiles de otras eras. Se acercan
a ellos, no con fuerza y rapidez, sino con delicadeza y con un pincel
van descubriendo uno a uno los huesos del animal del pasado que les
interesa reconstruir.
Del mismo modo, con la misma suavidad, iremos reconstruyendo algunas
ideas que podemos habernos forjado en el pasado para traerlas al hoy
y redecidir lo que queremos hacer con ellas.
Es importante entender que muchas de nuestras creencias (religiosas,
morales y sobre la vida en general) nos apoyan y no queremos cambiarlas.
Pero es esencial que repasemos aquellas que, prejuiciosamente, invaden
nuestra vida sin nuestro permiso.
6. Creencias determinadas por la cultura
Cuando hablamos de la cultura lo hacemos con el sentido sociológico,
o sea: como los usos y costumbres de una comunidad o grupo.
Para ello analizaremos los grupos a los que nos sentimos pertenecientes
y qué comportamientos están determinados por ellos.
Ejercicio 1
Complete el párrafo teniendo en cuenta el grupo étnico,
cultural, regional o religioso al que pertenecieron sus antepasados:
Yo soy________________________________________________
Los _____________________________(repito lo que puse arriba)
son___________________________________________________
Ejercicio 2
Completo las oraciones con lo primero que venga a mi mente:
En nuestra familia:
Todos_________________________________________________
Nadie_________________________________________________
Nunca_________________________________________________
Siempre_______________________________________________
Para mi familia, yo soy____________________________________
Interpretación
Analice ahora sus respuestas.
Piense si usted concientemente está de acuerdo con estas "premisas"
culturales o familiares.
Piense si lo apoyan o pueden limitarlo y cuáles comportamientos
sigue actualmente "en piloto automático".
7. Creencias determinadas por las figuras parentales
Llamamos figuras parentales a todas aquella personas que tuvieron importancia
para nosotros en nuestra niñez. Seguramente el padre y la madre
son las figuras parentales por excelencia, pero también pueden
incluirse otras personas que representaban un referente para nosotros:
abuelos, abuelas , tíos, hermanos mayores, incluso alguna persona
que nos cuidaba o trabajaba en nuestra casa.
No estamos hablando de todas las personas mayores que nos rodeaban,
sino sólo de aquellas que representaban una fuente de autoridad.
Cuando en los ejercicios nos referimos a los padres, nos estamos refiriendo
a estas personas.
Sus comentarios, pensamientos y actitudes para nosotros cuando éramos
pequeños pueden haber dejado huellas muy profundas en nuestra
autoestima.
Si no recuerda con mucha precisión, juegue a imaginar. Es posible
que esas ideas sean para su aparato neurológico la realidad.
Importa lo que siente y sentía, no un apego fiel a la verdad.
Ejercicio 3
Recuerde qué gestos eran típicos de cada uno de sus padres
(por ejemplo: ceño fruncido, mano en el hombro, mirada ausente,
expresión de enojo, llanto frecuente, etc.). Haga una lista colocando
además a quién pertenecían
Qué emociones y sentimientos (agradables o desagradables) surgen
cuando piensa en cada uno de estos gestos?
Qué mensajes cree que podían comunicar esas expresiones
y gestos?
Ejercicio 4
Cierre los ojos e imagine que es nuevamente un niño. Vuelva a
oír las palabras de su familia. Complete el ejercicio siguiente:
Qué decían respecto a:
Mi valía
Mis habilidades
Mi aspecto
Mi inteligencia
Mi salud
Mi sexualidad
Mi futuro
Ejercicio 5
Resuma en una frase lo que imagina que cada una de sus figuras parentales
opinaba de Usted
Interpretación
Lea atentamente el ejercicio anterior.
Piense si su actual evaluación sobre sí mismo está
relacionada de algún modo con la de sus padres.
Probablemente hayamos descubierto algunas creencias que no nos están
apoyando. Sobre nuestras capacidades, nuestro futuro, etc.
Con una persona que vino a consultarme porque no podía conseguir
un buen trabajo hicimos este ejercicio. Era una profesional, aparentemente
brillante y capaz, pero siempre encontraba problemas y no podía
conseguir un trabajo donde la valorizaran.
La vida es un eco. Si no me gusta lo que estoy recibiendo, tengo que
pensar qué estoy emitiendo.
Al final el ejercicio descubrimos que la frase más fuerte del
padre que ella recordaba era: "Ni para mucama vas a servir".
Por supuesto, esto minaba permanentemente su seguridad y le impedía
triunfar.
Es una ley de la vida que nadie nos va a valorar ni a respetar, si primero
no lo hacemos nosotros mismos.
¿Qué podía transmitir ella sobre su valía,
si tenía esa vocecita interna que la descalificaba permanentemente.
8. Como cambiar
La manera de cambiar una creencia que no nos apoya es a través
de dos caminos:
Asociar la vieja creencia con dolor frustración, pérdida,
etc. La manera de implementarlo es pensar y visualizar qué nos
pasará si seguimos con esa creencia que nos daña. Por
ejemplo: Si mi creencia es: yo no le gusto a los hombres, puedo asociarla
con quedarme sola, abandonada, etc. Si mi creencia es: no sirvo para
nada, puedo asociarla con nunca tener un trabajo donde pueda desempeñarme
bien, estar sin dinero, etc.
Permitirse una duda. Anthony Robbins dice que hay que permitirse la
"duda humilde". No es bueno atacar la vieja creencia limitante
de lleno porque la hemos tenido tantos años que corremos el riesgo
de que nuestro ataque termine confirmándola. Por eso la "duda
humilde", preguntémonos: "¿No será que,
a lo mejor...." Por ejemplo: ¿No será que, a lo mejor,
puedo hacer algún trabajo bien...? ¿No podrá ser
que a algún hombre le guste, aunque sea un poco?. Así,
lentamente la duda irá resquebrajando sola la creencia que nos
impide triunfar.
9. Nuevas Creencias
Una vez despejado el camino, es conveniente instaurar nuevas creencias
que nos apoyen y nos ayuden.
Para esto, crearemos algunas afirmaciones sobre nuestro valor y nuestra
capacidad que reemplacen a las viejas creencias limitantes.
Una afirmación es una declaración de un hecho positivo.
En nuestro caso tienen que empezar con "Soy..." o "Tengo..."
Hay que hacerlas en primera persona y en tiempo presente. O sea: no
"yo voy a ser bueno en las entrevistas", sino " Yo soy
bueno cuando me entrevistan".
Tendrán que estar expresadas siempre en positivo. Por ejemplo
no diremos "Yo no me pongo nervioso cuando voy a una entrevista"
sino "Yo me mantengo tranquilo y sereno en cualquier entrevista".
Puede ser que las afirmaciones sean más ciertas en el futuro,
pero deben ser expresadas en el presente con toda su fuerza y potencia.
Podemos repetirlas para nosotros o decirlas en voz alta. Escribirlas
en nuestra agenda. Tienen un gran efecto cuando se las repite frente
al espejo, mirándose a los ojos.
Cuanto más a menudo la repetimos más sólida, firme
y verdadera se vuelve.
Otilia Mentruyt : Socióloga, especializada
en Estadística y Psicología. Estudió en los Estados
Unidos Programación Neurolinguística y Psicología
aplicada.
Profesora Universitaria durante más de 15 años planificó
y dictó los Ciclos de Post Grado en la Facultad de Psicología
de la Universidad de Bs. As. y de la Facultad de Sociología de
la Universidad del Salvador, además de dictar numerosos cursos
y seminarios para graduados.
En el área laboral es Directora de Mentruyt Consulting (Consultora
de empresas) y hace veinte años que trabaja en empresas de nivel
internacional asesorándolas e implementando programas de capacitación
y Recursos Humanos.
También es conferencista, permanente colaboradora en medios periodísticos
especializados, coautora de un
Método de Visualización creativa (Método Mentruyt),
y autora de varios libros de autoayuda y crecimiento personal.